5.9.07

IMÁGENES DE UN CORAZÓN EN DECADENCIA


Me levantaré y me lavare la cara en el sol de la mañana. Haré de una Coca-cola mi desayuno, lograra llegar a la UAM-AZCO a tiempo. La pusilánime de Operativo hablara y echará a perder la tarde por su manera más irrelevante de dar una cátedra, sobre Posada y otros grandes.


Saldremos como borregos al sentir que la clase se acaba.

Saludaré a mis compañeros porque todo hombre es un animal social por naturaleza.

Comprare algo insípido pero abundante en la cafetería. Tomaré asiento en alguna mesa. Sentiré el nuevo sabor de mis dorito's 3'd mientras echo una mirada al cielo que hoy se encuentra indudablemente azulado y extraño. El sol me reconocerá y me mandara un mensaje personalizado que lastimara mis desvelados ojos.

Pero será hasta entonces que tu cara privada de toda tristeza rondará entre mi mente y me hará decir "el mundo apestas cuando la verdad no vale la pena". Tu recuerdo me hará escribir tu nombre en todas mis cuadernos, me sentiré como todo un pendejo porque tu fuiste la primera en romper mi corazón Calvino y hacerme pensar y hacer cosas consideradas como idioteces.

Saldré del "L" sintiendo una urgencia de echarme a correr hasta las antenas, de los cerros de concreto que se ven desde la azotea de la casa de mis padres. Para mi desgracia me encontrare en un supermercado saturado de toda aquella basura que se encuentra en ellos.


Ahí compartiré mi secreto entre consumistas alienados, seguido por un policía que encarna la palabra delincuente, y así entre miradas del Bebe Gerber y edecarnes que venden pura pierna. Comprare un shampoo "no mas lagrimas " que esta muy lejos de cumplir su promesa. Saludare a la cajera que me regalará una sonrisa prefabricada, tomare mis cosas y le daré al cerillo las pocas monedas que me sobran.

Caminare por obscuros callejones entre un coro agónico de inválidos que proyectan sus sobras sobre las banquetas que parecen representar una danza Dantesca. Abordaré un micromicrobus y el chofer me cobrara con cara de enojo 50 centavos mas, pero estare tan lleno de hastió que no diré nada, solamente deseo llegar, entre las melodiosas notas de una lira desafinada y una versión modificada de "a mi manera" me sorprenderá de nuevo tu recuerdo y entonces musitaré ¿por qué nadie puede comprenderlo?

Llegaremos tu departamento y mientras tomas una Coca-cola, te quitare la playera y me harás pensar "el mundo apestas cuando la verdad no vale la pena”.

La cama se encontrara a kilómetros luz y lo haremos sobre apuntes, cuentas, pantalones y cartas de tus padres.

Me quedare dormido y al despertar no estarás ahí, entonces:

Me levantaré y me lavare la cara en el sol de la mañana. Haré de una Coca-cola mi desayuno, lograre llegar a la UAM-AZCO a tiempo y abriré el cuaderno que me dirá: preguntas son todas las respuestas que necesitas.

Entonces me harás pensar de nuevo "el mundo apestas cuando la verdad no vale la pena".

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